El hijo pródigo |
La paz de Cristo sea con ustedes.
Hace aproximadamente dos semanas, en medio de un invierno crudo y temprano en nuestras tierras sureñas, y del estado cada vez más terrible del mundo y su humanidad, en mis conversaciones con el Altísimo, Él me dio en dos palabras/conceptos sobre el camino que nos toca recorrer en estos meses, y por qué debemos transitarlo con fe y alegría.
No sé en el norte, pero aquí en el sur, el cambio climático se hace sentir muchísimo, sobretodo este año del señor 2016. El verano fue inestable y fresco, con un par de semanas en febrero de calor húmedo, pero la inestabilidad marcó lo que antes eran días seguidos de calor. Y luego se sintió más cuando un otoño muy temprano se tornó súbitamente en invierno crudo (marzo hasta la fecha). Hoy día, cuando aún no hemos ingresado en invierno, los días han sido invariablemente muy fríos, con vientos crudos y cielos nublados.
En medio de tribulaciones y alegrías por gracia de Dios, Él me guía en estos tiempos turbulentos, de gran caída espiritual, donde la mentira es consumida con avaricia y glotonería, y sobretodo, ceguera.
Yo me di cuenta que, como dice la biblia, mi corazón es
malvado, y vi cómo soy pecadora, y como, por haber regresado como hija pródiga
junto a mi Padre, Él se complace en mostrarme con amor mis debilidades, y cómo
me regocija elevándome a Él a través de su misericordia eterna. El invierno hace eco de mis pecados y los del mundo, y
entregándome diariamente a Dios, Él me da palabras de sabiduría y alegría.
En mi post anterior hablo de cómo Dios me dijo que para tener la fe de David hay que aceptar todo con humildad, dando gracias a Él. En este post, deseo arrimar a mis hermanos las últimas palabras que me ha regalado el Altísimo para mi gozo y el de la humanidad. Ante el sufrimiento que experimentamos en estos tiempos, Dios me ha dado estos conceptos:
-Acto de contrición
-Expiación
En la primera frase, debemos ver que somos malos, pero no de un modo acusatorio, pues Lucifer es quien acusa a los hermanos, sino con misericordia hacia nosotros (y por ende, hacia los demás). Es mirarnos ante el espejo que Dios nos pone enfrente, para que reconozcamos nuestro pecado y nos arrepintamos de él.
La segunda frase habla de expiar ese pecado, que es a través del reconocimiento en nuestro corazón que Jesucristo murió como sustituto de nosotros por nuestro pecado, para que luego aceptemos el regalo gratuito del perdón de Dios y la reconciliación con Él.
Como vemos, estas dos frases pueden parecer terribles y repelentes a primera vista, pero lo que debemos recordar es que ese pecado ya ha sido cancelado por nuestro amado Cristo, y está en nosotros buscar a Dios y aceptar el regalo de salvación/expiación/liberación. Es una decisión personal. El evangelio significa “Buenas noticias”. Dios no nos acusa, más bien nos llama a ver la verdad en Cristo.
Por tanto, las dos palabras “contrición” y “expiación” nos llaman a mirarnos de frente con humildad y aprovechar este tiempo de tribulaciones para hablar con Dios más seguido, para que nos provea de sabiduría y alegría. Está escrito que:
“De la misma manera, os digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.” Lucas 15:10
“En aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad
os digo: si pedís algo al Padre, os lo dará en mi nombre. Hasta ahora nada
habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.”
Juan 16:23
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis tribulación; pero alegraos, yo he vencido al mundo.” Juan 16:33
Que Dios los bendiga, hermanos de todo el mundo. Busquen la verdad en la palabra de Cristo, y encontrarán la libertad y alegría verdaderas.
Natty