miércoles, 18 de mayo de 2016

Palabras clave que Dios me dio para estos meses: contrición y expiación, estando alegres.

El hijo pródigo

La paz de Cristo sea con ustedes.

Hace aproximadamente dos semanas, en medio de un invierno crudo y temprano en nuestras tierras sureñas, y del estado cada vez más terrible del mundo y su humanidad, en mis conversaciones con el Altísimo, Él me dio en dos palabras/conceptos sobre el camino que nos toca recorrer en estos meses, y por qué debemos transitarlo con fe y alegría.

No sé en el norte, pero aquí en el sur, el cambio climático se hace sentir muchísimo, sobretodo este año del señor 2016. El verano fue inestable y fresco, con un par de semanas en febrero de calor húmedo, pero la inestabilidad marcó lo que antes eran días seguidos de calor. Y luego se sintió más cuando un otoño muy temprano se tornó súbitamente en invierno crudo (marzo hasta la fecha). Hoy día, cuando aún no hemos ingresado en invierno, los días han sido invariablemente muy fríos, con vientos crudos y cielos nublados.

En medio de tribulaciones y alegrías por gracia de Dios, Él me guía en estos tiempos turbulentos, de gran caída espiritual, donde la mentira es consumida con avaricia y glotonería, y sobretodo, ceguera.
Yo me di cuenta que, como dice la biblia, mi corazón es malvado, y vi cómo soy pecadora, y como, por haber regresado como hija pródiga junto a mi Padre, Él se complace en mostrarme con amor mis debilidades, y cómo me regocija elevándome a Él a través de su misericordia eterna. El invierno hace eco de mis pecados y los del mundo, y entregándome diariamente a Dios, Él me da palabras de sabiduría y alegría.

En mi post anterior hablo de cómo Dios me dijo que para tener la fe de David hay que aceptar todo con humildad, dando gracias a Él. En este post, deseo arrimar a mis hermanos las últimas palabras que me ha regalado el Altísimo para mi gozo y el de la humanidad. Ante el sufrimiento que experimentamos en estos tiempos, Dios me ha dado estos conceptos:
-Acto de contrición
-Expiación

En la primera frase, debemos ver que somos malos, pero no de un modo acusatorio, pues Lucifer es quien acusa a los hermanos, sino con misericordia hacia nosotros (y por ende, hacia los demás). Es mirarnos ante el espejo que Dios nos pone enfrente, para que reconozcamos nuestro pecado y nos arrepintamos de él.

La segunda frase habla de expiar ese pecado, que es a través del reconocimiento en nuestro corazón que Jesucristo murió como sustituto de nosotros por nuestro pecado, para que luego aceptemos el regalo gratuito del perdón de Dios y la reconciliación con Él.

Como vemos, estas dos frases pueden parecer terribles y repelentes a primera vista, pero lo que debemos recordar es que ese pecado ya ha sido cancelado por nuestro amado Cristo, y está en nosotros buscar a Dios y aceptar el regalo de salvación/expiación/liberación. Es una decisión personal. El evangelio significa “Buenas noticias”. Dios no nos acusa, más bien nos llama a ver la verdad en Cristo.

Por tanto, las dos palabras “contrición” y “expiación” nos llaman a mirarnos de frente con humildad y aprovechar este tiempo de tribulaciones para hablar con Dios más seguido, para que nos provea de sabiduría y alegría. Está escrito que:

“De la misma manera, os digo, hay gozo en la presencia de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente.” Lucas 15:10


“En aquel día no me preguntaréis nada. En verdad, en verdad os digo: si pedís algo al Padre, os lo dará en mi nombre. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.” Juan 16:23

“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis tribulación; pero alegraos, yo he vencido al mundo.”
Juan 16:33


Que Dios los bendiga, hermanos de todo el mundo. Busquen la verdad en la palabra de Cristo, y encontrarán la libertad y alegría verdaderas.

Natty

martes, 1 de marzo de 2016

Yo tengo la fe de David ante Goliath

David y Goliath: Yo y mi problema

Queridos amigos, hoy deseo transmitirles este nuevo mensaje que recibí de Dios para mi vida y por ende para todos.
Está escrito que podemos mover montañas con la fe. Jesús nos lo dice una y otra vez de diferentes maneras. Muchas veces le pido a Dios que aumente mi fe, pues quiero que ella sea por lo menos del tamaño de una semilla de mostaza, quiero sentir en mi espíritu esa promesa de Dios.
Hoy, ante el miedo, le rogué a Dios que me diera fe. Dios me mostró el ejemplo de fe de David, el joven pastor que derrotó al enemigo de Judea, representado en Goliath el súper soldado del ejército enemigo filisteo.
Cómo era la fe de David, ese muchacho pastor que pudo él solo contra un gigante? Su fe era absoluta. Ciega. Su fe en Dios no comenzaba con el evento de Goliath. Su fe ya existía. El estaba en comunión con Dios en todo momento, lo buscaba siempre. Valoraba los momentos en soledad para orar a Dios. Su relación con Dios era diaria, perseverante. El ejército de su pueblo era uno de poca fe, y Dios lo eligió a David como herramienta para salvar a su pueblo.
La fe que David tenía en Dios fue lo que le dio el poder y la certeza de vencer al enemigo. El creía cuando nadie la hacía.
Esa, me dijo Dios, es la fe que mueve montañas. Esa es la fe de la que habla Jesús cuando dice que si uno tiene fe, puede arrancar esa mata y tirarla al mar. Es la fe pura que nos conecta de tal manera a nuestro Padre, que nos da el poder y la autoridad de remover cualquier obstáculo, miedo, problema en nuestra vida.
Dios me dijo: "La fe es la herramienta que abre todas las puertas y destierra todo temor."
A través de Jesucristo, tenemos la fe de David, crecemos en ella, esa semilla nace y crece cada vez más.
Pero a esto, me dijo Dios, hay que agregarle algo: humildad y bondad.
¿Cómo era el joven David? Arrogante? Pendenciero? Vano? Violento? Egoísta? Como ser humano, seguro tuvo que lidiar con todo eso y más, pero en aquel momento, cuando su fe derrotó a Goliath, su actitud en el contexto se ve como humilde, mesurada, calma.
Debemos cultivar la humildad y la bondad para con los demás y para con nosotros mismos, para que la fe fluya, se active con más fuerza aún, y ahí vemos más y más milagros multiplicarse.
Pensemos, cómo era Jesús?
La entrega de todo nuestro ser, todo lo malo que hay en nosotros, lo bueno, nuestros sueños, nuestras dudas, miedos, plegarias, todo hay que entregarlo a Dios, con la fe y la alegría de un niño, para que Él pueda manifestarse a través nuestro y bendecir nuestra vida y la de los demás.
Espero que esto los bendiga.
Con amor, Natty ♥♥♥
La fe mueve montañas.

jueves, 28 de enero de 2016

Le pedí a Dios que me hiciera ver con Sus ojos...



Anoche le pedí a Dios en oración que me hiciera ver son sus ojos para poder comprender, para poder ser feliz.
Y hoy me respondió. Fue una grandísima revelación que Dios derramó en mi corazón, sellándolo una vez más con su Amor.
Dios me respondió hoy: Si quieres ver con mis ojos, ACEPTA TODO CON HUMILDAD, DANDO GRACIAS A DIOS.
Si ves las injusticias en que tú y el mundo están atrapados, no las rechazes, mas acéptalas y da gracias a Dios por verlas, pues ver la injusticia y el sufrimiento es un don que Dios te ha dado, y no debes rechazarlo, sino amarlo como Jesús amó su cruz.
Que gracias a ver y sentir la esclavitud humana, te sientes más cercano a Dios, porque Dios ve todo, y Dios en su amor lo acepta con humildad.
Jesús es la emanación, el hijo de Dios. Jesús fue el más humilde de los hombres, y el más grande pues es el hijo de Dios.
Jesús sintetizó la ley de Dios en "Amor". El Amor es la síntesis de las leyes, o los mandamientos de Dios. Cada vez que ves tu pecado, ves el amor de Dios, por eso te humillas y pides perdón.
Eso te acerca a Dios. El pecado te aleja de Él.
Pero cuando aceptas a su Hijo, aceptas a Dios, cuando ves al Hijo, ves a Dios.
Y cuando lo aceptas, ves el Amor que Dios nos tiene, a toda su creación.
Su amor no tiene fronteras.
Pablo describe muy bellamente el Amor de Dios en 1 Corintios 13:4
 4 El amor es paciente, es bondadoso; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no es arrogante; 5 no se porta indecorosamente; no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal recibido ; 6 no se regocija de la injusticia, sino que se alegra con la verdad; 7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8 El amor nunca deja de ser...
Agradezco infinitamente a Dios el haberme concedido mi plegaria:
"Si quieres ver con los ojos de Dios, acepta todo con humildad, dando gracias a Dios"
Pues el amor es humildad y gratitud.
Espero esto les revele tanto como a mí.
Dios los bendiga hermanos!
Natty ♥♥♥