Buen jueves, amigos.
Hoy quiero hablar sobre la guerra que se batalla diariamente contra el enemigo de Dios y de los hombres, satanás.
Esto que describo es por inspiración del Espíritu Santo, ya que es para gloria de Jesús.
Como ya les conté en mi anterior blog, hace años tuve un sueño donde una niña pequeña en años pero madura en espíritu me dijo a la cara, con furia, que hay una guerra invisible entre el bien y el mal. Sólo después de haber encontrado a Cristo comprendí verdaderamente el significado y las ramificaciones de esa afirmación.
En el ámbito espiritual, que no podemos ver sino por la Gracia de Dios, hordas de Ángeles de Dios luchan cada segundo contra hordas de ángeles de lúcifer, o demonios. Lúcifer/satán, a través de nuestra mente, nos empuja constantemente a ser tentados y a pecar. Como dejó en claro Jesús, el pecado se concibe con un pensamiento y luego con una acción (la palabra, o acciones físicas), pues los pensamientos negativos que se agolpan en nuestra débil mente al final siempre encuentran materialización fuera de ella.
Sólo podemos luchar contra este ataque constante que se genera en nuestra mente si tenemos a Jesús y al Espíritu Santo acampando en nuestro espíritu. El único ser que puede liberarnos de estos ataques es Jesucristo, pues Él dijo "Yo soy el camino, la verdad y la vida, y sólo se llega al Padre a través de Mí." Fuera de Jesucristo, no hay poder sobre este univeso que nos proteja y libere del tentador, el destructor de almas, satán.
Vemos este mundo, donde su príncipe es el enemigo de Dios, asolado día a día con crímenes de todo tipo, con enfermedades, hambruna, desidia, guerra, atentados, violaciones, pérdida de derechos, violencia, robo, discusiones, abuso, pobreza, en fin, todo lo malo que podamos imaginar. Este mal, que a nosotros los pobres humanos nos gusta asignarle culpables, es totalmente orquestrado y puesto en marcha por satanás, a través de nuestros pensamientos y acciones.
Los atentados terroristas, los bombardeos a personas inocentes, todo el mal que vemos a diario en el mundo y en nuestro círculo cercano, es accionado por personas que están manejadas por satán.
Los "poderes" que vemos en acción a través de los países ricos, que causan estragos por doquier, son de satanás. El abuso y la corrupción que vemos en los gobiernos de países pobres, son de satanás. La persona que golpea o abusa de cualquier manera a sus familiares, causando daño físico y psicológico, está tomada por satanás. Cualquier violencia que cometemos, que causa daño a nosotros o a otros, es de satanás.
Satanás reside en nuestras mentes, pues es fácil comprobar que de allí surgen todos los pensamientos malos que nos causan a comenter maldades.
Todas las personas de este mundo, incluso los cristianos, somos atacados a diario por el enemigo de Dios. Porque satanás es el príncipe de este mundo, que ya está derrotado por Jesús en la cruz, pero que seguirá reinando sobre este planeta hasta que según la profecía de Juan, Jesucristo vuelva para aniquilarlo para siempre. Pero debemos entender que los tiempos y los caminos de Dios no son nuestros tiempos y nuestros caminos, la forma en que Dios obra no nos es dado saberlo.
Nuestro único trabajo como cristianos es creer en Cristo y caminar con Él, y difundir según nuestra medida, las Buenas Nuevas que nos trajo Él, hace dos mil años. Ninguna obra que hagamos en este planeta es válida ante Dios si no la hacemos en nombre de Jesucristo, ya que nada de lo que no venga de Cristo es de Él, sino del enemigo.
Es mi deber como cristiana, propagar las Buenas Nuevas según los talentos que Dios me dio. No es mi deber entrar en discusiones con personas ni arreglar este mundo, pues este mundo es de satanás. Este mundo es de satanás desde el momento en que, habiéndolo Dios echado de su reino por querer ponerse por encima de Él, entró al jardín y tentó a Adán y a Eva, y desde el momento de esa tentación, la primer pareja, de propia voluntad, dejó entrar a satanás y éste reinó sobre el mundo y los hombres.
Y Dios, en su amor, hace dos mil años encarnó en Jesús para pagar con su vida todos nuestros pecados pasados, presentes y futuros. Por eso es muy importante aprender las Buenas Nuevas y convertirse en un soldado de Cristo, pues de otro modo, estamos rechazando el regalo que Dios nos dio, y nos estamos condenando, por arrogancia o por ignoracia, al fuego eterno.
La única arma efectiva contra el enemigo es ser salvados por Jesús, y derrotar a satán cada minuto, poniendo siempre nuestra atención en Jesús y liberándonos del enemigo en sus ataques en nombre de Jesucristo nuestro Salvado, Señor y Dios.
Qué felicidad ser un soldado de Cristo, qué felicidad derrotar al maldito lucifer, qué gloria indescriptible es tener a Jesús en mi corazón y entregarle mi vida y haber muerto con Él en la cruz y resucitado con Él.
Acepta a Jesús hoy mismo, y serás considerado por Dios uno de Él, y Él olvidará todos tus pecados, y te asignará un glorioso puesto con sus ángeles.
Deja de ser un soldado de satanás, que te odia, y conviértete en soldado de Cristo, que te AMA.
Aunque no soy católica, y creo que no debemos utilizar a ningún santo/a para interceder por nosotros, ya que tenemos al mismísimo Hijo de Dios Jesús para hacerlo, les dejo una versión del tema Guera contra lucifer, hecha gloriosa y guerreramente por mi amigo Basius (La Chaski Experience)
¡Dios los bendiga! :)
Nat xxxxx
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