domingo, 11 de enero de 2015

La purga que hace Jesús en tu vida, también la hace en Facebook / A raíz de Charlie Hebdo

A veces es bueno perder para ganar.

Buen domingo amigos. ¡Qué semana terminamos! Lo que sucedió en Charlie Hebdo fue el equivalente de dinamitar un lago, donde salieron todo tipo de cosas que antes estaban ocultas, intentando salir o intenando quedarse ocultas, cosas, por lo general, muy feas de ver.

Desde mi perspectiva personalísima, estas cosas que he visto salir son actitudes de odio y división, de condena para aquí y para allá, de buscar culpables y tomar chivos expiatorios, buscando a un enemigo que ni siquiera sabemos bien quién es, y asesinando intelectualmente a millones de personas inocentes.

Lo más desagraable de ver, fue que muchas de estas actitudes poco sensatas salieron de las personas "intelectuales", "pensadoras", "gestores culturales", "políticos", "artistas", etc, etc. No de todos por supuesto, pero sí de muchos, lo cual me dejó pasmada, impotente. Tan impotente en mi capacidad de responder a lo irrespondible, que me vino una decisión cristiana de borrar mucha gente de mi Facebook.

Nunca había hecho tal cosa, porque siempre me gusta e intento dar a la gente el beneficio de la duda. Pero estos eventos lamentables de la semana pasada hicieron surgir tal ola de odio en las redes, que literalmente sentí ganas de vomitar.

Podría explayarme en mi opinión personal sobre los eventos, pero no creo que este sea el lugar para hacerlo. Este blog es para propagar el evangelio de Jesús, y haciéndole honor, decidí borrar toda aquella persona de Facebook que estuviese propagando el odio y la división en este mundo al que ya no le cabe más odio y división.

La incitación al odio y al prejuicio, venga de quien venga, es del demonio, del mismísimo enemigo de Dios, por tanto, creciendo en mi fe cristiana, como soldado de Cristo, le digo NO a un muro plagado de discursos baratos, cuyo fino velo racionalista y pseudo intelectual no logra ocultar esa pestilencia, ese fascismo que esos sofistas creen odiar y que brota no de los otros, sino de ellos mismos.

¡Pobres humanos somos, tan llenos de odios, siempre haciéndole el juego a lucifer, dándole de comer nuestra misma alma, con nuestro odio, división y prejuicio! Muchísima impotencia y rabia me generó todo esto, pero Jesús llama a no crear más discordia, y a pesar de no ser sino una pecadora más, me alegro de haber borrado a esa gente para no tener que verla más y no tentarme a seguirles la corriente en discusiones sin sentido.

Porque a satanás hay que resistirlo, y si es cortando mi facebook a la mitad, sea. Si es dejando gente atrás, sea. Si es perdiendo un tabajo, sea. Si es la condena del mundo, sea. Porque el mundo es del enemigo, y yo le hago la guerra con mi espada de Cristo, que es su sangre.

Invito a todos los que lean esto, a que dejen los foros, los comentarios inacabables de los muros, todo lo que sea parte del problema (venganza, odio, prejuicio, división) y se sumen a buscar la verdad no en este mundo, sino en sus corazones, en Cristo. Esto es tan difícil, porque es tan tentador irse de lengua, discutir y discutir en las redes, para probar: ¿QUÉ? ¿Qué quremos probarle a este mundo de iniquidad con nuestras vanas palabras? ¿Realmente pensamos que cambiaremos la mente a los demás con nuestros argumentos?

¿No nos damos cuenta que el trabajo de la discusión, de las peleas online, son trabajos del demonio, el divisor de la humanidad? ¿Es deseable seguir ventilando nuestra hipocresía, nuestra ignorancia? ¿Han logrado algo positivo las revueltas, las discusiones, las batallas verbales? ¿Acaso estas batallas de la vanidad no generan más sentimientos negativos que positivos? ¿Acaso las balas verbales no están a la par de las balas de acero, ya que unas promueven las otras y viceversa, creando un ciclo infinito?

Por qué creen que Jesús dijo, en Mateo 15:11 - "No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre." Y en Mateo 5:22 - "Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare, será culpado del juicio. Mas yo os digo, que cualquiera que se enojare descontroladamente con su hermano, será culpado del juicio; y cualquiera que dijere a su hermano: Raca, será culpado del concejo; y cualquiera que dijere: Fatuo, será culpado del quemadero del fuego."

Jesús sabía muy bien que emitir un juicio de valor, condenar de palabra a un ser humano es igual a matarlo en nuestro corazón. Por tanto, la palabra que emitimos es tan válida ante Dios como la acción que llevamos a cabo.

Es entendible querer gritar al mundo nuestra impotencia, pero, ¿no estamos también gritando al mundo nuestra "importancia"? La auto-importancia es una de las plagas más visibles de esta sociedad de los últimos tiempos.

Llamémonos a silencio, o por lo menos, a cortar el odio en que se regocija satanás.

Cristo dijo: "Sed sabios como serpientes e inocentes como palomas" Mateo 10:16

Guerra contra lucifer a toda hora.

Nat xxxxx

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