Cuando Jesús habita en tí, el diablo pierde la partida. |
Buen martes, amigos. Penúltimo día de este año increíble y acortado.
Hoy quiero hablar del trabajo que empieza a hacer Jesús cuando entra en tu vida. El diablo entra en agonía y se rebela contra ti, ya que antes de Jesús, él domina tu vida. Porque antes de conocer a Jesús, y ser inundados por su luz y su vida, la oscuridad, la ignorancia y el miedo prevalecían en nosotros.
Por fuerza, en tu vida, desde dentro hacia afuera, comienza a trabajar la fragua templadora de Dios. El espíritu comienza a limpiarse, con el fuego del Espíritu Santo, y la tribulación debe suceder para salir más fuertes, acorazados y purificados en Cristo. Y como el enemigo de Dios vivía en tu espíritu, manchando todo lo demás, y el enemigo odia a Dios y odia al ser humano porque está hecho en imagen y semejanza de Él, el enemigo atacará, pues es un espíritu orgulloso y rebelde, que siembra muerte en nosotros.
Entonces comienza el exorcismo del enemigo en nuestro espíritu y por ende en nuestra vida toda.
Aquí comparto mi experiencia personal, que hasta ahora es ésta: mi alma pasa por períodos de éxtasis y por períodos de sufrimiento. Siento un subibajas de experiencias, la tormenta se desata dentro mío, la torre de babel empieza a caer, y siento alegría y dolor.
Gente en la que confiabas te traiciona, pierdes un trabajo, o varios, hay peleas, disensión en la familia, hay pesadillas y ataques espirituales, hay cambios conceptuales en tu mente de 180 grados, hay accesos de llanto y de risa, el pasado se revela y nos atosiga para que lo enfrentemos y lo exorcisemos, tenemos recuerdos de nuestra niñez y adolescencia que habíamos olvidado y que ahora son importantísimos, tenemos sueños proféticos, somos testigos de milagros y señales, períodos de depresión se intercalan con períodos de gracia, nos damos cuenta de todos nuestros pecados, nos resistimos, y, guiados por el Espíritu Santo, sobrellevamos todo esto, día tras día, como en una fragua, y cada día nos sentimos más fuertes y purificados, más despiertos y discernientes, nadie nos engaña, aceptamos lo que nos sucede pues sabemos que Dios sabe mejor y nos está cambiando.
Estas meras palabras no pueden describir el cambio y hacerle total justicia, pues como dijo Pedro:
…7para que la prueba de vuestra fe, más preciosa que el oro que perece, aunque probado por fuego, sea hallada que resulta en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo; 8a quien sin haber le visto, le amáis, y a quien ahora no veis, pero creéis en El, y os regocijáis grandemente con gozo indescriptible y lleno de gloria, 9obteniendo, como resultado de vuestra fe, la salvación de vuestras almas.…
Volviendo a mi experiencia personal —y la experiencia de la mayoría de los renacidos en Jesús—, soy testigo que el enemigo, el diablo, me ha atacado en mis sueños, a través de mis palabras, he perdido trabajo (y ganado, por gracia divina), ha intentado dividir a mi familia, me ha interrumpido en mi oración a Jesús, intentando asustarme, ha atacado a mi familia espiritualmente, y la única razón para todo esto es: que me asuste mucho y pierda la fe. Porque la fe equivale a aceptar el amor de Dios, y el miedo equivale a aceptar el odio del enemigo en mi vida.
Por ejemplo, y cada vez menos, cuando estoy dialogando con Jesús, el diablo (en mi mente) intenta trocar mis palabras y las de Jesús, intenta deformar su rostro en mi mente para que aparezca como un ser maligno y feo, como es el diablo. Cada vez que eso ocurre, lo atestiguo en el momento ante Jesús y en Su nombre, y le ordeno que se aleje de mí y de esta casa, pues ahora Jesús habita aquí y ya no tiene nada que hacer en mi vida. A veces el ataque es más insistente, pero hay que seguir exponiéndolo ante Jesús, y echarlo en Su nombre. Al final, el enemigo se va, porque el enemigo no le llega ni a los pies del poder de Jesús, Dios encarnado.
Otras veces he tenido pesadillas diabólicas, esas que te hacen despertarte en la noche y temer todo. La otra noche una Jezebel (un súcubo) se coló en mis sueños y me invitaba, como araña a su tela mortal, a beber una poción que me había preparado. Yo estaba con ella en una casa antigua y desolada, su porte era sensual y maligno, y a pesar de estar muy asustada, me resistí y no tomé su asquerosa poción.
Me desperté muy atemorizada, pero fuerte en Jesús, y le conté el sueño a Jesús y lo exorcicé en Su nombre. También malos sueños atacaron a mis hijas, que son espiritualmente muy sensibles, despertándolas en la noche. Cuando eso sucede, invoco a Jesús y echo a los demonios en Su nombre.
También el diablo tambaleó mi lado financiero. De la nada, un cliente que pensé era el mejor y más leal, me echó sin más. Dios me dijo que es parte de la prueba, porque Él me prometió un trabajo mejor, con clientes mejores, y antes que esa persona me resciendiera, Dios ya me había conseguido un cliente nuevo, porque sabía lo que iba a suceder, gloria a Dios.
El enemigo intenta una y otra vez crear disensión con mi pareja (la disensión, la contención, es del enemigo), pero guiados por Jesús, sobrellevamos la tormenta para darnos cuenta que en realidad estamos bajo la luz de Dios, y nuestro amor, curado por el fuego divino, sigue vivito y coleando.
Siempre hay que llamar a Jesús en oración cuando sucede un ataque, sea el que sea. Porque el enemigo, una vez que salió de tu alma, intenta volver a ella, porque sin ella no es nadie, es un vampiro sin vida que necesita parasitar a los humanos, que tienen la vida dada por Dios. Siempre que haya un ataque del enemigo, hay que llamar de inmediato a Jesús, contárselo, y rogarle que te dé claridad y que aumente tu fe.
Tal es el milagro de la oración, que al otro día, yo ya estoy recuperada de estos golpes, atestiguando milagro tras milagro, poque Dios no te deja tirado, y siempre te da una mano, si oramos y creemos como un niño que Él lo va hacer así:
Jesús, el pan de la vida
…34Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan. 35Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.
Juan 6:40,54
Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día final.…
38El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: 'De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva.'
El verdadero tesoro
…27¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida? 28Y por la ropa, ¿por qué os preocupáis? Observad cómo crecen los lirios del campo; no trabajan, ni hilan; 29pero os digo que ni Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos.…30Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy es y mañana es echada al horno, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?…
Cuando el diablo nos ataca, en vez de tener miedo y perder fe, estemos contentos, porque es una prueba de que Dios está en nosotros y está obrando en nosotros, y el enemigo nos ataca porque sabe que ya no tiene cabida en nuestra vida. Regocijémonos y confiemos como niños en Jesús, pues:
Palabras de consuelo y dirección
…12En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre. 13Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.
Jesús seca todas las lágrimas y nos acuna en sus alas como la gallina a sus polluelos.
Descansemos y confiemos en Él, pues estamos salvados de este mundo. Y si el mundo nos odia, recordemos que lo odió a Él primero, y Él conquistó al mundo.
¡Feliz fin de año, y feliz año nuevo, que Dios los bendiga! :) <3
Nat xxxxxx
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