Babilonia |
Hoy, cuando ya se respira un aire navideño y decididamente más agitado, mis contemplaciones se dirigen hacia la vorágine de la falsa navidad.
Ayer mi familia y yo tuvimos que viajar a Montevideo para hacer unos trámites. Vivimos a unos pocos 28 kilómetros del "KM 0", pero la diferencia es palpable cuando se pasa de una ciudad a otra.
No sé si leyeron la novela Tommyknockers de Stephen King. Cuando los aliens invaden un pueblo perdido, la gente comienza a cambiar de a poco, sin enterarse de que el aire está emponzoñado y que ellos mismos se están convirtiendo en aliens. En esta maravillosa novela, aquél forastero que entra en el pueblo, siente inmediatamente la toxicidad y se siente muy mal físicamente, lo mismo le sucede a los del pueblo cuando salen del radio de alcance de la fuerza alien: comienzan a morir porque les falta el veneno al que se acostumbraron.
Lo mismo me pasa a mí y a mi familia cuando viajamos a Montevideo. El veneno de la ciudad (Babilonia) se hace sentir, las tentaciones de baja estofa nos muestran sus falsas promesas, nos sentimos atacados energéticamente, y a pesar de mantener nuestra unidad, el divisor nos mancha con su ponzoña, la cual demora unos días en irse luego de recuperarnos en nuestro hogar.
Pensarán que estamos locos, o que somos neuróticos. Entiendo. Pero les aseguro que no digo esto livianamente. Mi familia y yo no tenemos TV, no escuchamos mucha radio, y pasamos nuestro tiempo trabajando desde casa, en familia, leyendo, investigando temas, escuchando música, yendo a la playa, conversando y creciendo espiritualmente.
Estamos tan desconectados de la matrix (los tommyknockers) que podemos hablar con autoridad sobre la reacción hacia la ciudad, hacia su energía de baja frecuencia. Ojalá la gente que sufre viajar todos los días a trabajar a la ciudad pudiese encontrar una forma de trabajar desde su casa, haciendo algo que realmente aman.
Yo hice trabajos que odiaba hasta hace unos 8 años, cuando logré trabajar desde casa utilizando algunos de los talentos que Dios me dió (los "jugos creativos"). Mi compañero lo logró el año pasado, Jesús sea loado, ahora se dedica con éxito a la carpintería desde casa.
Nuestra reacción a los tóxicos materiales y espirituales de la ciudad o Babilonia se debe a que cuanto más ahondamos el camino espiritual caminando con Jesús, más vemos la maldad de este mundo satánico.
Jesús dice que su reino no es de este mundo y Juan 12:31 "Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera." El "mal" o "satanás" es el príncipe de este mundo, que se alimenta de la muerte e ignorancia en la que estamos sumidos. Digo "estamos" porque a los que caminamos con Jesús seguramente nos falta mucho que recorrer, pero gracias a su palabra y señales que ha obrado en nuestra vida, nos alejamos poco a poco de las cosas de este mundo sin Dios, acercándonos más a Él.
Y en esta época navideña, más se ve la obra del mal, en el consumismo desmedido, en la búsqueda de respuestas falsas, de sueños falsos. Tengamos un balance entre nuestra vida espiritual, que debe ser nuestro principal objetivo, y nuestra vida pasajera en esta tierra. Dejemos de lado la vorágine sin sentido de este mundo. Démosle una oportunidad a Jesús, para comprobar que él es la respuesta y la verdad final.
No sientas miedo del veneno de este sistema, esta matrix, esta esclavitud en a que fuimos sumidos desde la creación. Por el contrario, iluminemos con nuestra luz las tinieblas, seguros de que Jesús está defendiéndonos, pues esa es la única manera de vencer en nosotros mismos la muerte, el mal. Jesús te revelará las heridas que él curará, te mostrará esos talentos que tenías escondidos en la oscuridad para que los utilices y te conviertas el esa persona noble para la que has nacido.
Saludos y hasta pronto... :) <3
Nat xxxxx
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